En las grandes ciudades, los ruidos producidos por bocinas, sirenas, caños de escape, frenadas bruscas y motores de diversos vehículos han aumentado de manera preocupante. Esos sonidos molestos y continuos provocan la llamada contaminación sonora que afecta la calidad de vida de los habitantes.
Las fabricas y, sobre todo, los medios de transporte son los principales generadores de ruido ambiental. También los edifcios es construcción y la maquinaria empleada para reparar las calles constituyen importantes contaminantes auditivos. La exposición prolongada a ruidos intensos puede provocar disminución de la audición, insomnio, pérdida de la memoria, dificultades de aprendizaje y otras alteraciones de la salud.
Según estudios entre el 7 y el 10% de los habitantes de las grandes ciudades sufre trastornos auditivos por los ruidos ambientales.
La intensidad de los sonidos se mide en decibeles (db). Una moto tiene una intensidad de 90 db; un camión de residuos, 100 db; un avión, 120 db; y un taladro, 130 db.
En la ciudad de Buenos Aires, el máximo nivel de ruido permitido, en las zonas de alto transito, es de 80 decibeles y en zonas residenciales, 60 db. Sin embargo, en ciertas maquinas de la Capital, mediciones realizadas han demostrado que la intensidad del ruido ambiental supera esos valores.
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Bibliografía: Enciclopedia Escolar Billiken 1000-2000
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